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Segmentos

Nación santa

“Los santos no son una pequeña élite heroica de creyentes de superior desempeño, sino todos los miembros del pueblo de Dios sin excepción alguna”

El significado primario y principal de la palabra “santo” no tiene que ver con la condición moral presuntamente piadosa e intachable de quien ostenta el calificativo, como se entiende popularmente. Esta acepción de la palabra “santo” es la que se ha impuesto en el catolicismo romano y ha dado lugar a la bíblicamente carente de fundamento santoral católica, una minoritaria élite heroica de creyentes de superiores calidades morales, muy por encima del resto de creyentes, a los que se termina exaltando luego de su muerte a un pedestal de honor, admiración y veneración tal que, para todo efecto práctico, no se diferencia de la adoración de ídolos condenada en la Biblia, recreando dentro del catolicismo de manera velada nuevas mitologías de carácter politeísta como las que caracterizaron a las grandes civilizaciones paganas de la antigüedad. Por el contrario, cuando Dios se dirigió de este modo a su pueblo: “ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa’. »Comunícales todo esto a los israelitas»” (Éxodo 19:6), no estaba refiriéndose a una élite selecta dentro de Su pueblo sino a todos y cada uno de ellos sin excepción, como sucede también en la iglesia cuando los apóstoles se dirigen en sus epístolas a los “santos” de tal o cual iglesia, sin excluir a nadie, pues en estos casos están apelando al significado primario y principal de la palabra que significa simplemente “apartado” o “separado” por Dios del mundo para consagrarse a Él y a su servicio, sentido en el cual todos los creyentes somos santos desde el momento de nuestra conversión de manera irreversible

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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