fbpx
Segmentos

El síndrome de Mical

“Hay cristianos que sufren el ‘síndrome de Mical’ y dejan que el espíritu del mundo sofoque en ellos la alegría del Espíritu”

El reino de Dios es una fiesta, como lo anticipan y anuncian la celebración de las muchas fiestas religiosas ordenadas por Dios a Israel en el Antiguo Testamento. El cristianismo es, por tanto, alegre, siendo la alegría parte del fruto del Espíritu Santo en la vida del creyente. Por eso la cara triste, el gesto adusto, el ceño fruncido y la solemnidad artificial con los que algunos creyentes disfuncionales posan como “espirituales”, son contrarios al cristianismo auténtico. El rey David lo sabía bien al bailar con alegre y desenfadada espontaneidad delante del arca de Dios vestido tan sólo con un efod de lino cuando, a instancias suyas, era llevada a Jerusalén en medio de una festiva algarabía por el pueblo que lo acompañaba. Pero su esposa Mical que lo observaba consideró que este tipo de conducta era una deshonra y una vergüenza para alguien de la importancia y posición del rey “… Sucedió que, al entrar el arca del Señor a la Ciudad de David, Mical hija de Saúl se asomó a la ventana; y cuando vio que el rey David estaba saltando y bailando delante del Señor, sintió por él un profundo desprecio… le salió al encuentro y le reprochó: ─¡Qué distinguido se ha visto hoy el rey de Israel, desnudándose como un cualquiera en presencia de las esclavas de sus oficiales! David le respondió: ─Lo hice en presencia del Señor… De modo que seguiré bailando en presencia del Señor, y me rebajaré más todavía, hasta humillarme completamente. Sin embargo, esas mismas esclavas de quienes hablas me rendirán honores” (2 Samuel 6:12-23). Y debido a esta equivocada actitud, Mical nunca pudo tener hijos.

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión