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Carismas para todos

"Cualquier don, talento, capacidad o habilidad especial que poseamos y podamos ejercer con ventaja procede siempre directa o indirectamente de Dios”

Los dones son un tema importante en la Biblia, desde los dones sobrenaturales del Espíritu Santo que son los más controvertidos en la iglesia y fuera de ella, hasta los dones naturales que ejercemos calladamente en nuestra vida cotidiana para el provecho y beneficio de quienes nos rodean y el nuestro propio, también en el contexto de la iglesia y fuera de ella. El Antiguo Testamento indica la procedencia divina de estos dones o habilidades especiales cuando dice, por ejemplo: “Habla con todos los expertos a quienes he dado habilidades especiales, para que hagan las vestiduras de Aarón, y así lo consagre yo como mi sacerdote” (Éxodo 28:3). Así, el llegar a ser expertos en cualquier campo de la cultura y la actividad humana, es el producto directo o indirecto del ejercicio y desarrollo de los dones que Dios nos otorga, ya sea de manera innata por medio de la genética o mediante habilidades adquiridas en el curso de nuestras vidas o, por lo regular, una combinación de ambos. En la iglesia surge un camino más para la obtención de dones, como lo es la experiencia extática inmediata que algunos llaman de manera algo equívoca el “bautismo del Espíritu Santo” en el marco de las iglesias pentecostales y carismáticas, dones tan directos, exclusivos y soberanos de parte de Dios que no existe en ellos ningún trabajo ni esforzada participación humana para desarrollarlos, como si sucede en los demás dones naturales también mencionados en el Nuevo Testamento, dándole así la razón a G. Conzelmann cuando dijo que: “Todo lo que sirva para edificar la iglesia es ‘charisma’”

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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