fbpx
Segmentos

La adopción

“En la Biblia un acto de adopción es invariablemente una indicación de que al adoptado tiene un llamado concreto y puntual de Dios para su vida”

La adopción como hijos de Dios es una de las realidades más preciadas que proceden de la salvación llevada a cabo por Cristo en la cruz. La adopción, de hecho, si bien era más común en la cultura grecorromana que en la judía por la mayor cantidad de instancias que había en esta última para obtener descendencia, tales como la apelación a Dios en oración para que fecundara, efectivamente, los vientres estériles y el matrimonio por levirato en el que el cuñado o el pariente más cercano tenía la obligación de casarse con la viuda y darle así descendencia, entre otros; de todos modos encontramos dos casos significativos de adopción en el Antiguo Testamento. En primer lugar, el de Moisés: “y la hija del faraón le dijo: ꟷLlévate a este niño y críamelo. Yo te pagaré por hacerlo. Fue así como la madre del niño se lo llevó y lo crió. Ya crecido el niño, se lo llevó a la hija del faraón, y ella lo adoptó como hijo suyo; además, le puso por nombre Moisés…” (Éxodo 2:9-10) y el de Ester, a quien su primo Mardoqueo adoptó cuando quedó huérfana: “Mardoqueo tenía una prima… conocida también como Ester, a quien había criado porque era huérfana de padre y madre… Al morir sus padres, Mardoqueo la adoptó como su hija” (Ester 2:7), ambos personajes providenciales para la liberación de Israel de la opresión de la esclavitud y del inminente genocidio del que iba ser objeto en su momento, respectivamente. Todo esto nos permite inferir que en todo acto de adopción existe un designio providencial de Dios sobre la vida del adoptado, como lo son finalmente todos y cada uno de los creyentes en Cristo sin excepción

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión