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Segmentos

José y el faraón

“Más temprano que tarde Dios actúa para reivindicar a los suyos a pesar de las faltas o deficiencias de aquellos que estaban llamados a hacerlo”

Hay momentos en la vida en que las circunstancias parecen en contra nuestra y no vemos que suceda nada que nos permita entrever el cuidado que Dios promete ejercer sobre los Suyos mediante alguna señal favorable de que hemos hallado gracia delante de Él. Pero esto se debe a que para nosotros “cualquier tiempo es bueno…” (Juan 7:6), pero para Dios no, pues Él tiene en cuenta todo el cuadro y no nuestra necesidad únicamente y así, Él se sirve incluso de los olvidos culpables e injustos de otros para sincronizar todas las cosas de modo que contribuyen al bien de muchos y no sólo el nuestro. Porque el olvido del jefe de los coperos de interceder por José ante el faraón fue providencial: “Entonces el jefe de los coperos le dijo al faraón: «Ahora me doy cuenta del grave error que he cometido. Cuando el faraón se enojó con sus servidores, es decir, conmigo y con el jefe de los panaderos, nos mandó a la cárcel, bajo la custodia del capitán de la guardia. Una misma noche, los dos tuvimos un sueño, cada sueño con su propio significado. Allí, con nosotros, había un joven hebreo, esclavo del capitán de la guardia. Le contamos nuestros sueños, y a cada uno nos interpretó el sueño. ¡Y todo sucedió tal como él lo había interpretado! A mí me restituyeron mi cargo, y al jefe de los panaderos lo ahorcaron»” (Génesis 41:9-13). Y es que dos años antes su intercesión no hubiera tenido el fruto esperado ni hubiera servido para el bien mayor para el que sirvió, que fue llevar a José a ser la mano derecha del faraón para evitar que muchos murieran de hambre durante los siete años de escasez

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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