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Segmentos

Dios el Señor ha ascendido

"La ascensión de Cristo a las alturas es el acto necesario y concluyente de su ministerio terrenal que nos garantiza el cumplimiento de Sus promesas”

La ascensión de Cristo a la diestra del Padre luego de su resurrección fue atestiguada por sus discípulos como testigos de primera mano que fueron de ella: “Después los llevó Jesús hasta Betania; allí alzó las manos y los bendijo. Sucedió que, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo. Entonces, ellos lo adoraron y luego regresaron a Jerusalén con gran alegría” (Lucas 24:50-52). Ya el Antiguo Testamento se refirió a ella describiéndola al mejor estilo del júbilo despertado por las marchas triunfales y apoteósicas de los generales regresando victoriosos al frente de sus ejércitos, como lo leemos en los salmos: “Dios el Señor ha ascendido entre gritos de alegría y toques de trompeta” (Salmo 47:5), siendo su ascenso y entrada a Jerusalén el domingo de ramos una pequeña muestra del entusiasmo despertado entre los Suyos por este episodio culminante de su ministerio que nos brinda acceso confiado, continuo, privilegiado y personal al Padre por su conducto e intermediación intercesora permanente a nuestro favor. Sin olvidar que este ascenso fue precedido de su descenso previo, como nos lo informa el evangelio: “Nadie ha subido jamás al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre” (Juan 3:13). Un descenso que implicó una muy sufrida humillación compensada por su glorioso ascenso por el que, como lo describe el apóstol: “Dios lo exaltó hasta la sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla… y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor…” (Filipenses 2:10-11)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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