Volviendo con la “apuesta de la fe” de que habló Pascal, en la vida humana todas las decisiones o “apuestas” que podamos hacer se reducen a dos: apostamos por Dios o apostamos contra Dios. Y aún al margen de la conversión a Cristo –la más importante, resuelta e inequívoca apuesta que podemos hacer en la vida− y sin perjuicio de ella, apostamos también por Dios cuando, a pesar de lo sombrío que pueda verse el panorama y de lo crítica que pueda verse la situación, ya sea a nivel personal o a nivel social, desde nuestro contexto más inmediato hasta el más amplio de lo nacional o lo mundial en las diferentes coyunturas por las que pasamos a lo largo de la historia; decidimos seguir confiando y trabajando con paciencia, constancia y perseverancia por la causa de Dios y los valores de su reino, de manera callada y anónima y aunque no veamos de manera inmediata ni en el corto plazo los resultados esperados y sintamos a veces que estamos arando en el mar, sembrando para que sean las futuras generaciones las que recogen. Y apostamos contra Él cuando nos rendimos al desánimo, la desesperanza y el escepticismo radical, convirtiéndonos en críticos de oficio de todo y de todos, cediendo a las circunstancias y dejándonos arrastrar por ellas para dejar de construir y terminar así también destruyendo al claudicar y caer en actitudes cínicas simplistas, extremas y polarizantes que nada aportan al mejoramiento de las cosas y que terminan más bien agravándolas. La declaración del Señor sigue, pues, vigente: “»El que no está de mi parte, está contra mí; y el que conmigo no recoge, esparce”(Lucas 11:23)
Recoger con Dios o esparcir sin Él
24 mayo, 2022
2 Lectura mínima
“Al final de todo la vida humana es sólo una apuesta que se reduce a tomar la decisión de recoger con Dios o de esparcir sin Él”
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Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
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