fbpx
Segmentos

Preservados para perseverar

“Dios garantiza que sus escogidos son preservados por Él, pero los preservados se caracterizan porque perseveran hasta el fin”

Existe una virtud muy especial que la Biblia atribuye a los auténticos cristianos. La perseverancia, que halla ocasión de manifestarse precisamente cuando las circunstancias son adversas. La expresión “fe de carbonero” suele ser peyorativa, pues se usa para designar una fe ciega y no razonada, pero la fe de carbonero puede contener algo rescatable por cuanto implica también perseverar en lo que se cree, sin prestar atención a aquellas circunstancias adversas que puedan atentar contra la fe. Existe, pues, algún mérito en la fe de carbonero, no en el sentido de cerrarse a las razones, sino de no claudicar en lo que se cree aún en medio de la adversidad. Podría decirse que, en este sentido, la fe cristiana si debe ser una fe de carbonero, o mejor, una fe que persevera en medio de la oposición. La perseverancia es algo así como el “cemento” que une todas las virtudes para que no sean algo fragmentario u ocasional que se desvanezca con facilidad, sino que perduren en el tiempo, afirmándose aún más a medida que éste transcurre. Sin embargo, la perseverancia no es propiamente una virtud heroica atribuible a la fortaleza del creyente; sino que procede de la fortaleza otorgada por Dios a los suyos y de su ejercicio voluntario por parte de ellos. La perseverancia es, pues, una dotación de la gracia divina. Es Dios quien nos otorga la fortaleza para perseverar, de donde si perseveramos es únicamente porque Dios nos preserva para hacerlo. Es en este marco que debe entenderse lo dicho por el Señor Jesucristo en relación con los últimos tiempos: “pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo” (Mateo 24:13)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión