Decía el teólogo Jürgen Moltmann que: “La alternativa a la pobreza no es la propiedad. La alternativa a la pobreza y a la propiedad es la comunidad”. Vida en comunidad se llamó, precisamente, una de las obras del teólogo alemán Dietrich Bonhoeffer, mártir del régimen nazi, indicando en ella que la comunidad es característica esencial e inseparable del cristianismo. De hecho, la comunión cristiana sólo es posible dentro de la comunidad. Comunión que se expresa ciertamente en esa vida en comunidad caracterizada por una solidaridad fraterna, que es alternativa tanto a la pobreza como a la propiedad, como lo demostró la iglesia primitiva con su práctica de “tener todo en común”, iniciativa cuya motivación será siempre digna de encomio, aunque la forma de instrumentarla tal vez no haya sido la mejor, considerando sus resultados, pues la iglesia de Jerusalén quedó empobrecida y requirió colectas sucesivas entre las iglesias gentiles. Sin embargo, la iglesia debe buscar nuevas formas, más eficaces, de actualizar este espíritu solidario y fraternal al interior de la comunidad, como lo registró el evangelista Lucas: “Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían. Los apóstoles, a su vez, con gran poder seguían dando testimonio de la resurrección del Señor Jesús. La gracia de Dios se derramaba abundantemente sobre todos ellos, pues no había ningún necesitado en la comunidad. Quienes poseían casas o terrenos los vendían, llevaban el dinero de las ventas y lo entregaban a los apóstoles para que se distribuyera a cada uno según su necesidad” (Hechos 4:32-35)
Pobreza, propiedad y comunidad
12 meses ago
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“La comunión cristiana fomenta una solidaridad tal que la pobreza ya no se combate con propiedades sino con la fraternidad”
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Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
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