A partir de la caída en pecado de nuestros primeros padres, la confusión espiritual ha sido una problemática que la humanidad en general ha tenido que afrontar a lo largo de su historia y de manera particular en los tiempos actuales. Confusión que no respeta ni siquiera a la iglesia, llamada a ser, en palabras del apóstol: “… columna y fundamento de la verdad” (1 Timoteo 3:15), no obstante lo cual, por cuenta de una dirigencia que deja mucho que desear en un buen número de casos, termina siendo una fuente más de confusión y extravío para quienes buscan en ella una orientación segura en medio de este panorama de incertidumbre. El evangelio nos informa que, en medio de su ministerio público, el Señor Jesucristo: “Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor…”, declarando enseguida: “«La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros −les dijo a sus discípulos−. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo»” (Mateo 9:36-38). Y esta escasez de obreros no tiene que ver propia o únicamente con el pequeño número de llamados y vocaciones pastorales, sino con la mala calidad pastoral de quienes, teniendo un llamado y una vocación auténtica al ministerio, no se preparan debidamente para ejercerlo con idoneidad, justificando la denuncia del profeta: “Los ídolos hablan con engaño, los adivinos tienen sueños falsos; hablan de visiones engañosas y consuelan con fantasías. ¡Y el pueblo vaga como rebaño agobiado porque carece de pastor!” (Zacarías 10:2)
Ovejas sin pastor
27 diciembre, 2021
2 Lectura mínima
“La iglesia está en problemas no sólo cuando carece de pastor, sino también cuando tiene pastores con muchas carencias pastorales”
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Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
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