Volviendo con los criterios para establecer y distinguir lo urgente de lo importante, dándole a cada uno de los dos su debido lugar y atención en nuestras vidas, la Biblia identifica con claridad una situación en que ambos convergen y deben, por lo tanto, ser atendidos de manera inmediata, relegando a segundo término otros asuntos y actividades. Estas situaciones son aquellas que exigen de nosotros acciones para las cuales no se nos presentaran nuevas oportunidades de llevarlas a cabo, como lo indicó con lúcido acierto el Señor Jesucristo en relación con la mujer que decidió ungir su cabeza con un perfume muy costoso hecho de nardo puro, despertando las críticas de algunos de los presentes por causa del presunto derroche hecho por ella en perjuicio de las necesidades de los pobres, a lo cual el Señor Jesucristo replicó: “-Déjenla en paz -dijo Jesús-. ¿Por qué la molestan? Ella ha hecho una obra hermosa conmigo. A los pobres siempre los tendrán con ustedes, y podrán ayudarlos cuando quieran; pero a mí no me van a tener siempre” (Marcos 14:6-7). Así, pues, la declaración hecha por el Señor en cuanto a que a los pobres siempre los tendremos con nosotros, no es la declaración de un hecho que no podemos cambiar y debemos aceptar con indolencia, sino la afirmación de que tendremos muchas oportunidades en el curso de nuestras vidas para ayudarlos que podremos y deberemos aprovechar, por contraste con aquellas cosas que debemos hacer sin dilación en el mismo momento en que se nos presenta la que tal vez sea la única oportunidad de hacerlas.
No me van a tener siempre
30 abril, 2022
2 Lectura mínima
“Lo urgente y lo importante convergen en aquellas acciones para las cuales no tendremos nuevas oportunidades de llevarlas a cabo”
También te puede interesar
Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
Deja tu comentario