“Espíritu profético” es la expresión utilizada en el medio teológico para designar la capacidad crítica y de denuncia que la iglesia debe poseer y ejercer continuamente, no sólo contra el mundo, sino también contra sí misma, es decir, autocrítica. La fe exige, en palabras de Hans Küng, una “racionalidad crítica” que debe ejercerse hacia afuera, pero antes que nada, hacia adentro de la iglesia. La iglesia no puede darse, pues, el lujo de prescindir de su capacidad de autocrítica. Porque esto no es más que tener en cuenta con toda la seriedad del caso la instrucción evangélica de mirar la viga en nuestro propio ojo antes de pretender sacar la paja del ojo ajeno: “»¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo y no le das importancia a la viga que tienes en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: ‘Hermano, déjame sacarte la astilla del ojo’, cuando tú mismo no te das cuenta de la viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano” (Lucas 6:41-42). En efecto, la Biblia fomenta en el creyente un saludable escepticismo hacia sí mismo que le sirva de salvaguarda para no convertir la sana y auténtica fe en credulidad supersticiosa e irracional, Porque etimológicamente la palabra “escéptico” deriva de “examinar”, de donde, como lo dice Fred Heeren: “si a un escéptico lo definimos como aquella persona que examina cada creencia en vez de dejar a otros que piensen [por él], tenemos un escepticismo sano que se aviene tanto con la ciencia como con la Biblia”, y que, aplicado a nosotros mismos, nos permitirá identificar siempre la viga en nuestro propio ojo.
La paja en el ojo
8 mayo, 2022
2 Lectura mínima
“Si no sacamos antes la viga de nuestro propio ojo nunca podremos ver bien para tratar de sacar la paja del ojo de los demás”
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Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
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