La sabiduría popular ha acuñado la paradójica afirmación de que “los extremos se tocan” y, por lo tanto, están mucho más cerca el uno del otro de lo que aparentan. Por eso, las ideologías de extrema derecha o de extrema izquierda tienen más en común de lo que estarían dispuestas a reconocer, pues ambas contribuyen a las radicalizaciones y polarizaciones que afectan y perjudican al mundo actual y, por lo mismo, ambas le hacen el juego al diablo. El evangelio, por el contrario, no privilegia ni a la izquierda ni a la derecha, por cuanto ambas defienden intereses de Dios en el mundo, como lo son las libertades individuales por parte de la derecha y el bien común por parte de la izquierda, por lo cual tanto los unos como los otros pueden ser redimidos por igual si se acercan, humildes, a las posturas de centro bajo la cruz de Cristo a la sombra del patíbulo que extiende sus brazos por igual a la izquierda y a la derecha y que, a la par que reivindica los aspectos rescatables de ambas posturas compatibles con el evangelio, las depura también de sus aspectos censurables, de dónde en el reino de Dios éstas se reconcilian y se convierten en puntos de vista honrosos, dignos y útiles para los propósitos de Dios, como lo intuyeron bien los hijos de Zebedeo al desear y solicitar del Señor Jesucristo el concederles sentarse a su derecha y a su izquierda en su reino, algo que, por cierto, no depende de nuestros deseos, sino de la voluntad soberana de Dios, como se lo reveló el Señor a sus discípulos: “…el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí concederlo. Eso ya está decidido” (Marcos 10:35-40)
La izquierda y la derecha
23 abril, 2022
2 Lectura mínima
“Redimidos por Cristo, tanto el de izquierda como el de derecha tienen privilegiado lugar en el reino de Dios junto a Cristo”
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Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
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