La sucesión apostólica ha sido uno de los argumentos utilizados por la iglesia en contra de los grupos heréticos. Pero esto no consiste en que toda iglesia tenga que basar su legitimidad en el hecho de poder referir su origen a alguno de los apóstoles en una sucesión de ininterrumpida continuidad, ni en contar con el respaldo personal de un apóstol en particular en su fundación, o de algún sucesor de ellos en línea directa; sino simplemente en ser fiel a la doctrina proclamada por los apóstoles en el Nuevo Testamento, suscribiéndola y propagándola sin distorsión. De hecho, fue el apóstol Pablo quien dijo que los creyentes incorporados en la iglesia de Cristo estamos: “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas…” (Efesios 2:20), sin mencionar a uno de ellos en particular por encima de los otros, sino a todos en su conjunto. El énfasis está en la enseñanza de los apóstoles, más que en la personalidad de alguno de ellos en particular. No se trata, pues, de Pedro y Pablo con exclusividad, como lo afirma Roma al remitir su fundación a estos apóstoles, pretendiendo conservar las históricamente dudosas reliquias de sus sepulturas como factor legitimador de su fidelidad a la doctrina cristiana, pues como lo dijo Lutero: “Lo que no enseña a Cristo no es apostólico, aunque lo enseñaran Pedro o Pablo. Por otro lado, lo que enseña a Cristo es apostólico, aunque lo presentaran Judas, Anás, Pilato o Herodes”. Esto explica la declaración de Lucas en relación con los creyentes, quienes: “Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración” (Hechos 2:42)
La enseñanza de los apóstoles
18 septiembre, 2022
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“Cuando se mencionan los apóstoles, el énfasis está en la enseñanza de todos ellos en conjunto y no de uno de ellos en particular”
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Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
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