fbpx
Segmentos

El culto a María

“Cristo no aceptó influencias por parte de Su madre y hermanos, colocándolos en plano de igualdad con los creyentes obedientes"

La ausencia de favoritismos arbitrarios por parte de Dios en relación con los seres humanos está plenamente establecida en el Nuevo Testamento,  al punto que el Señor Jesucristo no favoreció ni siquiera a sus familiares por encima de sus apóstoles o el resto de sus seguidores. De hecho su madre, la virtuosa y bienaventurada virgen María, nunca recibió por ello un trato o asignación privilegiada de parte del Señor, más allá del dispensado por un buen hijo que honra a su madre o del trato del Señor hacia el resto de sus discípulos. El culto histórico a María no tiene, pues, fundamento en los hechos narrados en los evangelios ni en el resto del Nuevo Testamento, siendo inconveniente y condenable al dar lugar en el catolicismo popular a una extendida y arraigada forma de idolatría que podría designarse como “mariolatría”. Por el contrario, en los evangelios es evidente que el Señor no aceptó injerencias ni mediaciones de ningún tipo de parte de sus familiares, -en especial su madre-, en las obligaciones que su vocación le imponía a su ministerio, colocándolos en plano de igualdad con el resto de creyentes que obedecen Su voluntad: “Mientras Jesús le hablaba a la multitud, se presentaron su madre y sus hermanos. Se quedaron afuera, y deseaban hablar con él. Alguien le dijo: -Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo. -¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? -replicó Jesús. Señalando a sus discípulos, añadió: -Aquí tienen a mi madre y a mis hermanos. Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo” (Mateo 12:46-50)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión