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Echando las redes con Cristo

“Actuar en obediencia a la Palabra de Cristo nos permite tener éxito justo allí dónde habíamos fracasado antes una y otra vez”

Sören Kierkegaard nos recordaba que la fe es un salto. Uno que se apoya fundamental, −y en ocasiones casi exclusivamente−, en la confianza que nos inspira la Palabra de Dios por encima de cualquier otra instancia que el mundo contraponga a ella. Así, pues, la fe auténtica es la que no sólo cree en Dios, sino que le cree a Dios y actúa en consecuencia. Abraham, llamado el padre de la fe, es un ejemplo de lo anterior, pues la Biblia dice de él que: “… creyó al Señor, y el Señor lo reconoció a él como justo” (Génesis 15:6), mostrando así que no basta con creer en el Señor, sino que hay que creerle al Señor. De hecho, actuar en conformidad con la Palabra de Dios revelada en la Biblia, es lo que puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso en nuestra vida en proyectos que hemos emprendido de manera autónoma y con independencia de Dios, como le sucedió al apóstol Pedro después de pasar toda la noche pescando en el mar de Galilea sin obtener éxito, hasta que el Señor Jesucristo subió a su barca y le dijo: “−Lleva la barca hacia aguas más profundas, y echen allí las redes para pescar”, a lo que el apóstol respondió:“−Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada –le contestó Simón−. Pero como tú me lo mandas, echaré las redes. Así lo hicieron y recogieron una cantidad tan grande de peces que las redes se les rompían” (Lucas 5:4-6), descubriendo así que sólo alcanzaremos la vida verdaderamente fructífera debidamente reconciliados con Dios en Cristo mediante la fe en Él, la consecuente comunión con Él y la dócil sujeción y obediencia a Él.

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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