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Dios no es un objeto de estudio

“No podemos conocer a Dios pretendiendo meramente estudiarlo de lejos, sino que hay que amarlo en una estrecha relación personal”.

Dios no es un objeto de estudio. De hecho, el peligro de la teología con toda y su innegable utilidad es reducirlo y llegar a convertirlo en un objeto de estudio y nada más. Pero Dios es mucho más que esto. Él es el Sujeto por excelencia, con quienes todos los sujetos o personas humanas estamos llamados a relacionarnos y conocerlo de manera personal, subordinándonos a Él. El teólogo Emil Brunner nos ayuda a entenderlo al señalar que hay dos tipos de verdades: la verdad “esto” que es la verdad relativa a los objetos y que es aquella de cuyo estudio más preciso, detallado y sistemático se ocupa la ciencia con especialidad; y la verdad “tú”, que es la verdad relativa a los sujetos o personas, a quienes no podemos llegar a conocer realmente mediante el estudio, sino únicamente mediante el trato mutuo. Ese es el sentido más profundo que el verbo “conocer” adquiere en las Escrituras, utilizándose por eso para designar el conocimiento más íntimo y profundo entre dos personas, como el que se da en la unión entre un hombre y una mujer en el contexto del matrimonio consumado en la relación sexual entre ambos, como se afirma de Adán y Eva: “Y el hombre conoció a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín, y dijo: He adquirido varón con la ayuda del Señor” (Génesis 4:1 LBLA). El mismo sentido en que Dios conoce a los Suyos: “Pero Dios ha puesto una base que permanece firme, en la cual está escrito: «El Señor conoce a los que le pertenecen»…” (2 Timoteo 2:19 DHH),  y espera ser igualmente correspondido y conocido por ellos, puesto que: “… el que ama a Dios es conocido por él”(1 Corintios 8:3)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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