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Creer a pesar del escepticismo

“El testimonio de quienes vieron a Cristo resucitado basta para que nosotros podamos también llegar a verlo gracias a la fe”

Jesucristo no desecha a los escépticos. Por lo menos no a los que son sinceros y están dispuestos a rendirse humildemente ante la evidencia y no utilizan su escepticismo como excusa o pretexto para aferrarse con uñas y dientes a su incredulidad cuando se hace insostenible a la luz de los hechos. Recordemos que entre los apóstoles había un escéptico: Tomás, de quien se dice: “Tomás… no estaba con los discípulos cuando llegó Jesús. Así que los otros discípulos le dijeron: -¡Hemos visto al Señor! -Mientras no vea yo la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en las marcas y mi mano en su costado, no lo creeré -repuso Tomás. Una semana más tarde estaban los discípulos de nuevo en la casa, y Tomás estaba con ellos… Jesús entró y, poniéndose en medio de ellos, los saludó. -¡La paz sea con ustedes! Luego le dijo a Tomás: -Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe. -¡Señor mío y Dios mío! -exclamó Tomás. -Porque me has visto, has creído -le dijo Jesús-; dichosos los que no han visto y sin embargo creen” (Juan 20:24-29). Cristo le dio a Tomás las evidencias que él requería en consideración a su honestidad, pero de paso lo amonestó por no creer el testimonio confiable del resto de los apóstoles y nos pone a nosotros, los creyentes de hoy, en una posición de mayor dicha que la suya por creer en su resurrección con base en el testimonio de sus apóstoles en los evangelios, que no tendrían por qué mentir al respecto, pues ni eran personas mentirosas, ni obtenían ninguna ventaja inmediata al hacerlo.

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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