John Stott señalaba que: “Debemos vencer la tentación de separar verdades que van unidas”, algo que muchos no tienen en cuenta en relación con Cristo al distinguir en Él su humanidad de su divinidad, o sus acciones, de sus palabras o de su identidad, procediendo luego a separar estos aspectos inseparables de Su Ser, traicionándolo en el proceso. Es común escuchar a muchos hablar de manera muy favorable de Jesucristo como hombre, exaltando su condición humana a las mayores alturas para, acto seguido, negarle sin embargo su condición divina. Pero en Jesucristo su simultánea condición humana y divina están tan unidas que no se pueden separar; de donde si le negamos el crédito a su divinidad, se lo negamos también automáticamente a su humanidad y viceversa. Y es que todo lo que Cristo hizo y dijo sólo se entiende si Él es quien dijo ser. Dicho de otro modo, si Él no es quien dijo ser, sus palabras y sus acciones pierden toda la validez y autoridad que reclaman y deben ser desechadas, como lo dijo de manera contundente C. S. Lewis: “Estoy intentando con esto prevenir el que alguien diga esa majadería que a menudo se dice de Él: ‘Estoy dispuesto a aceptar a Jesús como un gran maestro de moral, pero no acepto su pretensión de ser Dios’. Eso es precisamente lo que no debemos decir… Tienen que elegir: o ese hombre era, y es, el Hijo de Dios; o un loco, o algo peor… Pero no vengamos con tonterías condescendientes acerca de que Él era un gran maestro humano. No nos dejó abierta esa posibilidad”. Ya lo dijo el Señor: “Por eso les he dicho que morirán en sus pecados, pues si no creen que yo soy el que afirmo ser, en sus pecados morirán” (Juan 8:24)
Con Cristo es todo o nada
30 julio, 2022
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“Con Cristo es todo o nada pues si le negamos su identidad todas sus enseñanzas y acciones se quedan sin piso por grandes que sean”
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Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
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