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Segmentos

Antes y después de la gracia

“Nuestras vilezas e insignificancia brindan el contraste para apreciar mejor lo que la gracia de Dios ha logrado en nosotros”

Muchas “personas de bien”, de esas que “nunca le han hecho mal a nadie” y son satisfactoriamente responsables con sus familias y pagan sus impuestos a tiempo y que, por lo tanto, no necesitan presuntamente de Dios ni de la iglesia, a la que consideran un innecesario apoyo para las personas de voluntad débil y a la que miran, entonces, con velada o abierta indiferencia y menosprecio; critican desde sus pedestales de éxito o superioridad moral el hecho de que en la iglesia hallen cabida personas tan socialmente disfuncionales y con tan evidentes faltas y defectos de carácter, a las que el mundo rotula como fracasados y como causas perdidas. Pero es justamente esta circunstancia la que brinda ocasión a Dios para proveer el mejor medio de contraste que nos permita apreciar de manera vívida los maravillosos cambios favorables que tienen lugar en el creyente que rinde su vida a Cristo en arrepentimiento y fe mediante la conversión a Él. Porque lo cierto es que nadie continúa siendo igual luego de esta experiencia y quienes se sienten satisfechos de su condición al margen de Cristo no podrán ver, entonces, en sus propias vidas el contraste entre antes y después, como lo señaló el propio apóstol Pablo en relación consigo mismo al hacer esta significativa declaración: “Admito que yo soy el más insignificante de los apóstoles y que ni siquiera merezco ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que él me concedió no fue infructuosa. Al contrario, he trabajado con más tesón que todos ellos, aunque no yo sino la gracia de Dios que está conmigo” (1 Corintios 15:9-10)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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