fbpx
Segmentos

Aléjense, jamás los conocí

“Hay muchos que hablan en el nombre de Dios sin que en realidad lo hayan conocido ni hayan sido comisionados para ello por Él”

Con la irrupción y el gran auge y crecimiento numérico, desde comienzos del siglo XX hasta hoy, de las iglesias pentecostales con su énfasis característico en la actual vigencia de los dones milagrosos del Espíritu Santo, la iglesia se desbalanceó peligrosamente al obsesionarse con el ejercicio de estos dones y descuidar de paso el deber de cultivar simultáneamente y con la misma diligencia el fruto del Espíritu Santo, que no es más que el carácter de Cristo moldeado en nosotros mediante la espontánea, natural, fluida y constante obediencia a sus preceptos, facultados para ello por Dios mismo a través de Su Espíritu actuando en nosotros para iluminarnos, convencernos e inclinar nuestra voluntad a ello, en contravía con los impulsos de la carne o naturaleza pecaminosa a la que el poder de Dios nos capacita para sobreponernos. Terminamos así con una iglesia que exhibe e incluso alardea con impostura ejercer el poder de Dios en el nombre de Cristo para profetizar, echar fuera demonios y hacer milagros; pero que carece al mismo tiempo de manera notoria del carácter de Cristo, expresado en el llamado “fruto del Espíritu” que estaba llamada a ostentar como resultado de su humilde obediencia a Él. Obediencia que demostraría que Él es, en efecto, nuestro Señor. Se explican entonces las sentenciosas palabras pronunciadas por Cristo cuando advierte: “Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?’ Entonces les diré claramente: ‘Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!’” (Mateo 7:22-23)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión