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Ya no lo conocemos así

“Saber de Cristo siguiendo los criterios de la historia no hace a nadie cristiano, sino conocer a Cristo resucitado en persona”

Anticipándose por muchos siglos a la erudición teológica moderna, el apóstol Pablo se refirió al llamado “Jesús histórico”, haciendo referencia a Él con la expresión literal “Cristo según la carne”, es decir la persona de Jesucristo considerado desde la muy limitada óptica del mundo o, dicho de otro modo, tan sólo según los pobres criterios humanos que se refieren a los personajes de la historia siempre en tercera persona, obteniendo de ellos un conocimiento necesariamente superficial y de segunda mano, evaluándolos desde esta estrecha perspectiva que omite y pasa por alto todo lo que puede llegar a saberse de alguien mediante el trato personal y directo. Ahora bien, no se trata, de nuevo, de que el conocimiento confiable que la historia nos brinda de Cristo, incluyendo el retrato que los evangelios canónicos y el Nuevo Testamento en general nos proveen de Él, esté necesariamente equivocado ni mucho menos, o que carezca de utilidad para la vida del cristiano, sino que, en el mejor de los casos, será siempre insuficiente y no nos alcanzará para obtener la anhelada salvación y la consecuente y enriquecedora relación con Dios que únicamente obtienen quienes conocen y se relacionan personalmente con el Cristo de la fe que vive hoy, resucitado, a la diestra del Padre y responde y acude a todos los que le invocan con fe, arrepentimiento, humildad y disposición a la obediencia, de modo que podamos declarar con el apóstol: “Así que de ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios meramente humanos. Aunque antes conocimos a Cristo de esta manera, ya no lo conocemos así” (2 Corintios 5:16)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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