fbpx
Segmentos

Marchando de acuerdo

“El apoyo y la solidaridad de otros es más valioso y seguro cuando proviene del hecho de compartir los mismos valores y fe en Dios”

Confucio decía que: “Es inútil aceptar consejo de quienes siguen un camino distinto”. Y dado que el camino emprendido por los creyentes sigue un itinerario sustancialmente distinto al de los no creyentes y se rige por criterios, valores, expectativas, aspiraciones y esperanzas muy diferentes y opuestos a los del mundo; la solidaridad y el apoyo mutuo que estamos llamados a brindarnos unos a otros está determinado en gran medida por el hecho de compartir todos estos aspectos fundamentales de la vida cristiana. Y aunque el consejo es un recurso recomendado en la Biblia con miras a la acertada toma de decisiones, no es, sin embargo, recomendable pedir o aceptar consejo de quienes recorren un camino manifiestamente distinto al nuestro, pues aunque no sea mal intencionado, este tipo de consejo es inútil en el mejor de los casos, cuando no perjudicial y engañoso, extraviando al aconsejado del camino correcto. El acuerdo básico alrededor de la cosmovisión cristiana es condición previa para considerar siquiera el solicitar consejo de otro y sin este telón de fondo es muy difícil que el consejo fructifique de la manera esperada. El apóstol Pablo fue categórico en cuanto a la incompatibilidad entre las visiones de vida de un creyente y un no creyente al afirmar: “… ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad… ¿Qué tiene en común un creyente con un incrédulo?…” (2 Corintios 6:14-15). Pero el profeta Amos fue quien tal vez lo expresó de la manera más gráfica y concluyente: “¿Pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo?” (Amos 3:3)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión