En la modernidad se aliaron materialistas, naturalistas y racionalistas para decirnos, en primer lugar, que la materia es todo lo que hay. En segundo lugar, que lo sobrenatural no existe y por último que, en consecuencia, toda afirmación que pretenda ser racional tiene que negar la realidad del mundo espiritual y toda apelación a lo sobrenatural. Así, terminamos con un par de ecuaciones falsas. La primera de ellas pretende hacernos creer que toda explicación natural de cualquier fenómeno es siempre, por fuerza, racional y por lo tanto aceptable. Y la segunda nos dice que toda explicación sobrenatural de cualquier fenómeno es siempre, por fuerza, irracional y por lo tanto inaceptable. Pero los avances de la ciencia están echando por tierra estás dos ecuaciones, llevando a Charles Colson a hacer la siguiente lúcida declaración: “Hay circunstancias en que es más racional aceptar una explicación sobrenatural y es irracional ofrecer una explicación natural”. En efecto, hoy por hoy es la misma ciencia la que está viéndose empujada a considerar, así sea a regañadientes, explicaciones sobrenaturales de carácter espiritual para muchas de nuestras realidades, ante el callejón sin salida y la irracionalidad a la que se ve conducida de insistir de manera cerrada en explicaciones materialistas y naturalistas para todo, concediendo así renovada vigencia a la visión de la fe que afirma: “…¡Oh Señor, cuán numerosas son tus obras! ¡Todas ellas las hiciste con sabiduría! ¡Rebosa la tierra con todas tus criaturas!… si envías tu Espíritu, son creados, y así renuevas la faz de la tierra” (Salmo 104:10-30)
La racionalidad de lo sobrenatural
15 mayo, 2021
2 Lectura mínima
“Explicar las cosas apelando a lo sobrenatural no es irracional. Lo irracional es insistir en explicaciones naturales para todo”
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Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
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