fbpx
Segmentos

La perseverancia de los santos

“La perseverancia del creyente no es una virtud heroica sino más bien una facultad que Dios brinda a todos a los que ha salvado”

La llamada “perseverancia de los santos” en la tradición reformada, es una doctrina que coloca en su justo lugar y proporción otra doctrina también muy querida, pero controvertida, a la que ya hemos hecho referencia: la doctrina de la “seguridad de la salvación”. De hecho, la perseverancia de los santos le baja sustancialmente el tono a la controversia al respecto, pues los temores válidos de quienes piensan que la declaración “una vez salvo, siempre salvo” con la que se hace popular referencia a la doctrina de la seguridad de la salvación, puede brindar un pretexto para pecar impunemente ─a manera de carta blanca o patente de corso─ a quienes abusan de ella, se ve significativamente matizada por la perseverancia de los santos, pues ésta enfatiza mucho más la responsabilidad del creyente en el asunto que la seguridad de la salvación, que enfatiza más bien la fidelidad de Dios para con su pueblo. Sin embargo, más allá de todo lo ya dicho alrededor de la perseverancia y sin perjuicio de la responsabilidad que el auténtico creyente tiene de hacerlo; la perseverancia no es del todo, ni tampoco en principio, una virtud exclusiva de la voluntad y de la fortaleza humana, sino que, como lo afirma también la misma tradición reformada: Dios nos preserva para que perseveremos. Si bien el impulso para hacerlo debe partir de nosotros y de nuestro deseo de honrar a Dios y obedecerlo, la energía o la fuerza sostenida para poder lograrlo parte de Dios, como nos lo revelan con claridad las Escrituras “Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús” (Romanos 15:5)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión