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La mentira: medio de contraste

“Los intentos de sus detractores por dejar sin fundamento al cristianismo son tan inconsistentes que logran el efecto contrario”

En su providencial papel de servir de medio de contraste para que la verdad resalte con mayor claridad, la mentira exhibe siempre en mayor o menor grado inconsistencias que la delatan. Es por eso que al tratar de dejar sin piso los hechos que dan pie al cristianismo, sus detractores terminan, aún a su pesar, prestándole un servicio al cristianismo, pues sus ataques y planteamientos son tan endebles que, vistos de manera objetiva y desprejuiciada, inclinan la balanza hacia el cristianismo y no en contra de él.  Y es que, aunque el cristianismo trasciende la historia, no deja por ello de ser histórico y, por lo mismo, susceptible de investigación y verificación. Y quienes se embarcan en este propósito, aunque lo hagan con el deseo de desvirtuar la veracidad de los hechos cristianos, si son honestos terminaran convencidos de todo lo contrario y se verán abocados a colocar su fe en Jesucristo sin excusas ni pretextos. Y es que cuando nos aplicamos a la búsqueda de la verdad con humildad, diligencia, honestidad y, sobre todo y antes que nada, con el deseo y la voluntad de ajustar todo lo que podamos nuestra conducta y nuestras vidas a ella, veremos el cumplimiento de lo dicho por el Señor: “El que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios reconocerá si mi enseñanza proviene de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan 7:17), declaración ratificada y complementada de un modo concluyente por el apóstol Pablo con estas palabras: “Pues nada podemos hacer contra la verdad, sino a favor de la verdad” (2 Corintios 13:8)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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