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La espiral del pecado

“Intentar encubrir un pecado con otro nos arroja en la degradante espiral del que trata de saciar su sed tomando agua de mar”

Intentar sacar un clavo con otro clavo a lo único que conduce es a introducir un segundo clavo que empeora todo. Así sucede cuando intentamos cubrir un pecado con otro, como por ejemplo cuando se pretende resolver el embarazo resultado de la fornicación, mediante un aborto o un matrimonio obligado sin las mínimas bases necesarias para durar ni brindar un hogar adecuado el bebé en camino. El rey David lo comprobó cuando intentó cubrir el rastro de su adulterio con Betsabé −que quedó en evidencia al dar lugar a un embarazo no deseado− mediante artimañas que, al no tener éxito, lo llevaron finalmente a ordenar el asesinato de su esposo, Urías el hitita: “por lo que David mandó que averiguaran quién era, y le informaron: «Se trata de Betsabé, que es hija de Elián y esposa de Urías el hitita.» Entonces David ordenó que la llevaran a su presencia, y cuando Betsabé llegó, él se acostó con ella… así que quedó embarazada… A la mañana siguiente, David le escribió una carta a Joab, y se la envió por medio de Urías. La carta decía: «Pongan a Urías al frente de la batalla, donde la lucha sea más dura. Luego déjenlo solo, para que lo hieran y lo maten.»” (2 Samuel 11:3-15). Así, tratando de cubrir su adulterio el rey empeoró la situación con el homicidio y cuando creyó haber ocultado estos actos, Dios los sacó a la luz por medio de la severa amonestación del profeta Natán y las dolorosas consecuencias que debió enfrentar por ello. Porque la única manera de resolver y cubrir la culpa de nuestros pecados es reconociéndolos, arrepintiéndonos de ellos y confesándolos delante de Dios.

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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