La razón o la experiencia, he ahí el dilema. Pero en realidad, como tantas otras, ésta es una falsa disyuntiva. No tenemos que escoger entre las dos, pues la razón bien ejercida y la experiencia bien vivida, se refuerzan y confirman mutuamente. Mediante la razón conocemos, entendemos y recordamos el auténtico sentido de la revelación de Dios en la Biblia, mientras que la experiencia nos permite confirmar y comprender realmente en el día a día en el que transcurren nuestras vidas, el conocimiento procedente de la Biblia que ya hemos logrado incorporar a nuestro entendimiento mediante la razón. La razón sin la confirmación de la experiencia no es más que conocimiento inútil. Y la experiencia sin la guía de la razón puede extraviarnos fácilmente de manera dolorosa. La sabiduría es la combinación armónica de la razón y la experiencia iluminadas por la revelación de Dios en la Biblia y en Jesucristo. Es por eso que la sabiduría de Dios personificada en el libro de Proverbios formula la siguiente invitación abierta a todos los que quieran acogerla sin reservas y confirmarla en sus propias vidas: “Clama la sabiduría en las calles; en los lugares públicos levanta su voz. Clama en las esquinas de calles transitadas; a la entrada de la ciudad razona: «¿Hasta cuándo, muchachos inexpertos, seguirán aferrados a su inexperiencia? ¿Hasta cuándo, ustedes los insolentes, se complacerán en su insolencia? ¿Hasta cuándo, ustedes los necios, aborrecerán el conocimiento? Respondan a mis reprensiones, y yo les abriré mi corazón; les daré a conocer mis pensamientos” (Proverbios 1:20-23)
La Biblia, la razón y la experiencia
10 junio, 2021
2 Lectura mínima
“La razón es necesaria para entender la sabiduría de Dios, pero es aún más importante la experiencia de fe guiada por la Biblia”
También te puede interesar
Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
Deja tu comentario