El alcance del amor de Dios por nosotros es ilustrado gráfica y dramáticamente por el profeta Oseas, quien recibió de Dios la orden de acudir al mercado de esclavos de Samaria, en donde su repetidamente infiel esposa adúltera Gómer, que lo había abandonado sumergiéndose en una espiral descendente de degradación en la que había sido desechada por sus múltiples amantes para terminar cayendo en manos de un proxeneta; se encontraba siendo vendida como esclava al mejor postor. En obediencia a Dios, Oseas se presentó en el mercado de esclavos y ante la incrédula mirada de sus compatriotas y contra todo pronóstico, optó por comprarla para librarla de su lastimosa condición, restaurándola a su antigua condición de esposa del profeta en plena posición y con pleno derecho: “Me habló una vez más el Señor, y me dijo: «Ve y ama a esa mujer adúltera, que es amante de otro. Ámala como ama el Señor a los israelitas, aunque se hayan vuelto a dioses ajenos y se deleiten con las tortas de pasas que les ofrecen.» Compré entonces a esa mujer por quince monedas de plata y una carga y media de cebada,y le dije: «Vas a vivir conmigo mucho tiempo, pero sin prostituirte. No tendrás relaciones sexuales con ningún otro hombre. ¡Ni yo te voy a tocar!»” (Oseas 3:1-3). Episodio que prefigura lo hecho posteriormente por Jesús a nuestro favor, pues en esta dramática historia Oseas tipifica al Señor Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor, y Gómer a todos y cada uno de nosotros, los seres humanos, vendidos como esclavos al pecado y culpables de repetida infidelidad a Dios.
Gómer y el drama de la redención
15 noviembre, 2021
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“Oseas conoció en carne propia el alcance del amor de Dios por nosotros cuando compró a la infiel Gómer para desposarla de nuevo”
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Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
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