La Biblia hace afirmaciones y promesas de protección divina sobre los seres humanos como las que abundan en el salmo 91 que, por esta razón, se ha convertido en un texto bíblico que una significativa parte de la cristiandad popular ꟷen particular dentro del catolicismo romanoꟷ ha terminado utilizando de manera supersticiosa, colocando en un punto estratégico del hogar un atril con la Biblia abierta en este salmo para presuntamente reclamar y garantizar de manera mágica sobre todos sus habitantes la protección divina que este salmo anuncia y que hallamos declarada así desde su versículo inicial: “El que habita al abrigo del Altísimo descansará a la sombra del Todopoderoso” (Salmo 91:1). Pero como se afirma aquí, para descansar a la sombra protectora del Dios Todopoderoso, se requiere que nosotros intencionalmente habitemos a Su abrigo, y esto implica la obediencia a Dios de nuestra parte de modo que con nuestro comportamiento no lo pongamos gratuitamente a prueba, en la medida en que la obediencia a Dios conlleva prudencia, sensatez, moderación y un estilo de vida saludable y productivo que se halla asociado comúnmente a una larga vida y a una buena vida, como aquella de la que deja constancia Patrick Glynn al informarnos que: “… las investigaciones modernas en psicología dejan claro que la vida sin límites morales no vale la pena ser vivida. La gran ironía es esta: aún si sus creencias eran ilusiones probadas, las personas con fe religiosa llevaban vidas más felices y saludables, tal como lo demuestran numerosos estudios”
Descansará a la sombra del Todopoderoso
"La protección providencial y eficaz de Dios no es automática ni mágica, sino que se manifiesta a quienes se esmeran por honrarlo como Él lo merece”






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