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Colaboradores de Dios

“Dios puede hacerlo mucho mejor sin nosotros, pero aun así decidió contar con nosotros invitándonos a ser sus colaboradores”

La inteligencia, sabiduría, poder y excelencia reflejados por las obras de Dios en el universo y la naturaleza son una evidencia incontrovertible de que Dios sabe lo que hace y que puede hacerlo muy bien sin nosotros. De hecho, mucho mejor que con nosotros, pues hemos sido justamente nosotros quienes, a lo largo de la historia humana, hemos malogrado con nuestras malas decisiones pecaminosas unidas a nuestras ineptitudes las excelencias de la creación, para nuestro propio perjuicio y sufrimiento. Por eso, sorprende y conmueve, sin embargo, que Dios no se haya rendido con nosotros ni haya renunciado, por tanto, ni al gobierno benévolo sobre Su creación dejándola a su suerte, ni tampoco a involucrarnos en lo que está haciendo de manera sutil pero siempre eficaz en el mundo, invitándonos en el evangelio a tener parte en ello como colaboradores suyos, de modo que podamos hacer con plena consciencia y obediencia nuestro aporte personal, cual grano de arena, para llevar a su feliz culminación el plan de salvación diseñado para la humanidad redimida por Cristo: “En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios. Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los cimientos, y otro construye sobre ellos…” (1 Corintios 3:9-14). Es por todo lo anterior, que nada de lo que hagamos para mejorar las cosas en el mundo debe verse como inútil ni perdido, incluyendo, por supuesto, y de manera especial, el privilegio de poder compartir las buenas nuevas del evangelio a quienes no han oído de ellas.

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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