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Segmentos

Centinelas que indican el camino

“El cristiano no es sólo un centinela que espera el regreso de Cristo, sino uno que pone sobre aviso a quienes no lo esperan”

La responsabilidad del centinela a la que hemos hecho repetida alusión en estos segmentos, no tiene que ver sólo con la ya señalada actitud vigilante y expectante del creyente −en especial en oración e intercesión− a la espera de la manifestación de Cristo en su segunda venida, ni con la obligación algo ingrata y de no muy buen recibo de advertir a quienes viven sin tener a Dios presente sobre las consecuencias nefastas de estas actitudes y conductas para su actual calidad de vida y para su destino eterno. Porque el aspecto más amable de la labor del centinela es el descrito así por Eliú: “Su carne desfallece, de manera que no se ve, Y sus huesos, que antes no se veían, aparecen. Su alma se acerca al sepulcro, Y su vida a los que causan la muerte. Si tuviese cerca de él Algún elocuente mediador muy escogido, Que anuncie al hombre su deber; Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender al sepulcro, Que halló redención; Su carne será más tierna que la del niño, Volverá a los días de su juventud” (Job 33:21-25 RVR). El centinela está, pues, también llamado a ser este elocuente mediador que anuncie a quienes desfallecen bajo el peso de sus pecados que Dios en la persona de Cristo tuvo ya de ellos misericordia y los libró de la muerte y la condenación eternas, rescatándolos de su condición caída para llevarlos a nacer de nuevo; el más grato anuncio hecho por el centinela a la luz del evangelio: “»A ti, hijo de hombre, te he puesto por centinela del pueblo de Israel. Por lo tanto, oirás la palabra de mi boca, y advertirás de mi parte al pueblo…” (Ezequiel 33:7-9)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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