fbpx
Segmentos

Cambio de parecer

“No deja de ser conmovedor que un Dios soberano y que todo lo sabe esté dispuesto a reconsiderar y cambiar de parecer por nosotros”

Con todo y el hecho de que Dios es soberano −es decir que finalmente hace lo que quiere sin que nadie pueda oponerse a sus designios− y omnisciente, −es decir que todo lo sabe−; eso no significa que nuestro libre albedrío sea una farsa o una ficción. Porque aun en su omnisciente y sabia soberanía Dios nos brinda un margen de maniobra tal que nuestras decisiones en uno u otro sentido pueden influir realmente sobre el curso de los acontecimientos, modificando para bien o para mal las circunstancias que nos rodean y afectan. Así, la Biblia registra una serie de situaciones concretas en las que Dios, habiendo anunciado previamente sus intenciones y futuras acciones en estas coyunturas particulares, hace depender sin embargo este curso de acción de lo que nosotros también decidamos hacer al respecto, de modo que a la luz de nuestras decisiones y actuaciones en relación con este asunto, Él está dispuesto a reconsiderar lo inicialmente planteado y a cambiar de parecer si nosotros, felizmente, también lo hacemos, contra todo pronóstico y en contravía con las pecaminosas tendencias habituales de nuestro comportamiento. Este rango de acción es el que justifica de sobra la oración como una actividad siempre recomendable y productiva que puede cambiar favorablemente nuestra suerte y la de quienes nos rodean, en conformidad con la esperanzadora declaración del profeta, verificada en múltiples oportunidades por el pueblo de Dios: “Tal vez Dios reconsidere y cambie de parecer, y deje tras de sí una bendición…” (Joel 2:14)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión