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Propiedad egoísta o posesión responsable

“El pronombre posesivo ‘mío’ es ofensivo cuando está al servicio exclusivo de nuestro ‘yo’ individual y no al del gran ‘Yo soy’”.

Se dice que “mío” no es un pronombre posesivo sino un pronombre ofensivo. Y en realidad lo es, cuando es una expresión de nuestro egoísmo e insensibilidad que se niega a compartir lo que tiene de sobra con quienes lo necesitan y carecen de ello. Pero también lo es cuando hace de la propiedad privada un fin y un derecho sagrado de las personas que se defiende por encima incluso de la solidaridad que nos obliga los unos para con los otros en conciencia delante de Dios. Porque en la Biblia no existe la propiedad privada, pues Dios es el dueño de todo lo que existe y conserva los títulos sobre toda la creación, de modo que no hay un centímetro cuadrado en el universo del cual Él no pueda decir “¡Mío!”. Otra cosa es que Él nos entregue en posesión muchos de sus bienes para que los administremos sabia y responsablemente para beneficio propio y el de los demás. Pero esta posesión no implica propiedad absoluta ni mucho menos. Lo reconozcamos o no, somos sólo mayordomos y no propietarios sobre nuestros bienes, pues éstos no son en último término nuestros, sino de Dios, el Ser en sí de quien proceden y a quien pertenecen todos los demás seres de la creación, pues Él es el gran “Yo soy”, como Él mismo se identificó con Moisés: “Pero Moisés insistió: ─Supongamos que me presento ante los israelitas y les digo: ‘El Dios de sus antepasados me ha enviado a ustedes.’ ¿Qué les respondo si me preguntan: ‘¿Y cómo se llama?’ ─Yo soy el que soy─ respondió Dios a Moisés─. Y esto es lo que tienes que decirles a los israelitas: ‘Yo soy me ha enviado a ustedes.’” (Éxodo 3:13-14)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

1 Comentario

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  • La propiedad privada fue inventada por el hombre en este mundo caído.En Levítico se deja claro la ley judía pedía liberar las propiedades después de 49 años para que nadie se apropiada indebidamente de varias propiedades.
    Sacerdotes y levitas no podían conjugar ” Es mío”, pero si podían decir: “Señor , soy tuyo”