fbpx
Segmentos

Promesas irreflexivas

“Las promesas impulsivas, apresuradas e irreflexivas pueden terminar por colocarnos en posiciones comprometidas que hubiéramos preferido evitar”

Uno de los pasajes desconcertantes del Antiguo Testamento es el que recoge el voto de Jefté, uno de los jueces de Israel, en estos términos: “Y Jefté hizo una promesa solemne al Señor: «Si verdaderamente entregas a los amonitas en mis manos, quien salga primero de la puerta de mi casa a recibirme, cuando yo vuelva de haber vencido a los amonitas, será del Señor y lo ofreceré en holocausto»” (Jueces 11:30-31). Y lo que podemos decir de entrada es que, por bien intencionado que haya sido y al margen de su significado exacto, éste fue un voto insensato, irreflexivo y apresurado, pronunciado bajo el impulso de un excesivo celo o de la euforia y el calor del momento, como sale a relucir en la reacción de Jefté de los versículos 34 al 35 cuando es justamente su hija la que sale a recibirlo: “Cuando Jefté volvió a su hogar en Mizpa, salió a recibirlo su hija, bailando al son de las panderetas. Ella era hija única, pues Jefté no tenía otros hijos. Cuando Jefté la vio, se rasgó las vestiduras y exclamó: ꟷ¡Ay, hija mía, me has destrozado por completo! ¡Eres la causa de mi desgracia! Le juré algo al Señor, y no puedo retractarme”. Los intérpretes vacilan en cuanto a si la promesa se trataba de un holocausto con la muerte de la víctima o en consagrarla de por vida al servicio de Dios o, más probablemente, una combinación de ambos. Sea como fuere, el caso de Jefté nos obliga a considerar la recomendación de Salomón: “Cuando hagas un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque a Dios no le agradan los necios. Cumple tus votos: Vale más no hacer votos que hacerlos y no cumplirlos” (Eclesiastés 5:4-5)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión