fbpx
Segmentos

Pero ustedes me han abandonado

“Cuando Dios ha dejado a Su pueblo a su suerte es por un calculado y justo acto disciplinario de Su parte y no algo que le complazca de algún modo”

Dios en realidad nunca abandona de manera absoluta a su pueblo ni lo desecha de un modo definitivo. Y si existen lapsos en que así da la impresión es debido a la volubilidad de Su pueblo que es el que lo abandona gradualmente a Él para ir en pos de otros dioses o intereses que sustituyen y desplazan a Dios del lugar principal y exclusivo que debería ocupar en nuestras consideraciones, afectos y lealtades. Estos ondulantes ciclos que, lamentablemente, caracterizan a un significativo número de creyentes y, por consiguiente, a sectores de la iglesia de la que forman parte, es bien ilustrado por Israel en la época de los Jueces, a quienes Dios se dirige repetidamente de esta forma: “Pero ustedes me han abandonado y han adorado a otros dioses; por lo tanto, no los volveré a salvar. Vayan y clamen a los dioses que han escogido. ¡Que ellos los libren en tiempo de angustia!… Entonces se deshicieron de los dioses extranjeros que había entre ellos y adoraron al Señor. Y el Señor no pudo soportar más el sufrimiento de Israel” (Jueces 10:13-14, 16). Así, pues, cualquier abandono temporal que Dios lleva a cabo en relación con Su pueblo es un acto disciplinario de Su parte por el que Dios los entrega en manos de quienes quieren dañarlos para que Su pueblo adquiera conciencia de la diferencia entre lo que implica adorarlo a Él contando con Su bendición y volverse a otros dioses diferentes y opuestos a Él en cuanto al trato recibido y la suerte corrida por el pueblo en ambas situaciones siempre contrastantes, pero cuando se ve obligado a hacerlo, lo hace a su pesar y no porque lo disfrute

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión