fbpx
Segmentos

Las estaciones de la vida

“La vida tiene estaciones que, si se asumen como es debido, pueden hacer que aun el invierno llegue a ser una bendición de Dios”

Los ciclos del tiempo y de la fertilidad en la naturaleza fueron establecidos por Dios con sabiduría desde el relato de la creación para nuestro beneficio. Pero, aunque las estaciones ya estaban anunciadas desde Génesis 1:14, fue hasta después del diluvio que las vemos operando ya y debidamente garantizadas por Dios como algo seguro, al margen de cambios climáticos: “»Mientras la tierra exista, habrá siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, y días y noches.»” (Génesis 8:22). Las estaciones en la naturaleza evocan y tienen su correspondencia con las etapas también cíclicas de la vida humana y nos recuerdan que todas y cada una de las circunstancias que tenemos que vivir a lo largo de nuestras vidas tienen sus potenciales rigores y dolores, pero también sus bondades, ventajas y oportunidades. Incluso el invierno, considerado −junto con el verano que en este aspecto le sigue de cerca− las estaciones duras por excelencia, pero que aun así brindan cada una de ellas oportunidades para desarrollar productivas actividades por parte del ser humano que de otro modo no podrían llevarse a cabo. Por eso, como lo dice la sabiduría popular, incluso al mal tiempo se le puede poner buena cara, dependiendo de si nos sorprende sin estar preparados para él, o si nos hallamos debidamente preparados para asumirlo cuando se presente, bien arraigados en Dios de modo que podamos sortear sus rigores sin tanta dificultad y aprovechar sus ventajas y oportunidades al máximo, extrayendo de todas las épocas de la vida lecciones y obteniendo bendiciones de cada una de ellas.

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

3 Comentarios

Clic aquí para dejar tu opinión