fbpx
Segmentos

La mediación conciliadora

“Conciliar con nuestro rival siempre que se pueda tal vez nos depare la grata sorpresa de acabar haciendo causa común con él”

La vocación pacificadora del cristiano pasa por su disposición a conciliar siempre que sea posible y no estén en juego sus principios y los aspectos esenciales de la doctrina. El rey David, a instancias de Abigail y gracias a sus buenos oficios, decidió conciliar y suavizar su postura hacia el necio Nabal, esposo de esta última, que lo había afrentado seriamente, evitando así un innecesario derramamiento de sangre y dejando el asunto en manos de Dios, con tan sorpresivo y favorable desenlace que terminó casándose con la misma Abigail que le había causado tan buena impresión con su sabia intercesión por sí misma y su esposo Nabal, como lo narra el primer libro de Samuel: “David le dijo entonces a Abigaíl: ─¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro! ¡Y bendita seas tú por tu buen juicio, pues me has impedido derramar sangre y vengarme con mis propias manos! El Señor, Dios de Israel, me ha impedido hacerte mal; pero te digo que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, para mañana no le habría quedado vivo a Nabal ni uno solo de sus hombres… Cuando David se enteró de que Nabal había muerto, exclamó: «¡Bendito sea el Señor, que me ha hecho justicia por la afrenta que recibí de Nabal! El Señor libró a este siervo suyo de hacer mal, pero hizo recaer sobre Nabal su propia maldad.» Entonces David envió un mensaje a Abigaíl, proponiéndole matrimonio… Sin perder tiempo, Abigaíl se dispuso a partir. Se montó en un asno y, acompañada de cinco criadas, se fue con los mensajeros de David. Después se casó con él” (1 Samuel 25:32-42)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión