Impasibilidad es un atributo que el pensamiento filosófico de los griegos le atribuye a Dios y que consistiría en la capacidad que Él tendría para impedir que las impresiones o estímulos externos procedentes de las criaturas alteren su estado de ánimo de modo que no se vea, entonces, afectado personalmente por ello. Pero visto con detenimiento, la impasibilidad es más un defecto que una virtud, en la medida en que indica, más que una facultad que se ejerce de manera voluntaria y selectiva, la Incapacidad que alguien padece para poder tener sentimientos o emociones que afecten su estado de ánimo, haciendo de esta persona alguien frío, distante e insensible, incapaz de experimentar empatía y compasión hacia los demás y mostrarse solidario con ellos en las diferentes situaciones que la vida nos depara.Como tal, la impasibilidad sería algo propio de los ídolos insensibles de las diversas mitologías, representados mediante toda suerte de imágenes y esculturas frías y muertas construidas por el ser humano en contravía con la instrucción bíblica de no elaborar ningún tipo de imagen para representar al único Dios vivo y verdadero revelado en Jesucristo. Porque si en algo se diferencia Dios de los ídolos al respecto es en su profunda y compasiva sensibilidad por contraste con la insensibilidad e indiferencia de éstos, como lo señala el salmista: “Y hasta dicen: «El Señor no ve; el Dios de Jacob no se da cuenta.» Entiendan esto, gente necia; ¿cuándo, insensatos, lo van a comprender? ¿Acaso no oirá el que nos puso las orejas, ni podrá ver el que nos formó los ojos?” (Salmo 94:7-9)
La insensibilidad de los ídolos
8 mayo, 2021
2 Lectura mínima
“La sensibilidad de Dios resalta contra la insensibilidad de los ídolos y sus seguidores. Y sus hijos deben imitarlo en esto”
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Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
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