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La estela de Mesá

“Personajes anecdóticos y aparentemente intrascendentes como el rey Mesá, de Moab, cobran importancia para corroborar la veracidad de la Biblia"

Durante un tiempo los más escépticos cuestionaron la existencia de David, Salomón y su dinastía o descendencia real gobernando inicialmente a todo Israel y luego a Judá o el Reino del Sur a partir de la división del reino, debido a que, aparte de la Biblia, los documentos e inscripciones de la época en el Oriente Medio no los mencionaban. Pero este escepticismo se derrumbó con dos hallazgos arqueológicos: en primer lugar el descubrimiento de la inscripción que contiene la expresión “casa de David” en Tell Dan en 1993. Y en segundo lugar otra famosa inscripción antigua descubierta poco más de un siglo atrás, conocida como “la estela de Mesa”, el nombre de un antiguo rey moabita mencionado en la Biblia: “Ahora bien, Mesá, rey de Moab, criaba ovejas y como tributo anual entregaba al rey de Israel cien mil ovejas y la lana de cien mil corderos. Pero al morir Acab, el rey de Moab se rebeló contra el rey de Israel” (2 Reyes 3:4-5), pues gracias a la inscripción de Tell Dan se pudo reconstruir una de las líneas de escritura parcialmente destruida de “la estela de Mesa” para confirmar que se refería también a la casa de David, con lo que la existencia histórica de David y su descendencia quedó fuera de discusión echando por tierra el escepticismo al respecto de quienes la habían puesto en tela de juicio, confirmando no solo la veracidad del relato bíblico, sino la importancia que la arqueología ha adquirido para corroborarla, dando cumplimiento literal a lo dicho por el Señor cuando afirmó: “ꟷLes aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras” (Lucas 19:40)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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