Delegar es una de las acciones que un buen líder debe saber emprender en su momento en ejercicio de su autoridad. Pero al hacerlo debe tener presente que aunque podamos y debamos en muchos casos delegar nuestras tareas, no podemos delegar nuestras responsabilidades en otros, lo cual nos obliga a cerciorarnos bien sobre la capacidad y confiabilidad de aquellos en quienes estamos delegando tareas, así como a supervisar de manera adecuada su trabajo, como se lo recomendó su suegro a Moisés en su momento: “… ─¡Pero qué es lo que haces con esta gente! ¿Cómo es que sólo tú te sientas, mientras todo este pueblo se queda de pie ante ti desde la mañana hasta la noche?… ─No está bien lo que estás haciendo ─le respondió su suegro─, pues te cansas tú y se cansa la gente que te acompaña. La tarea es demasiado pesada para ti; no la puedes desempeñar tú solo. Oye bien el consejo que voy a darte, y que Dios te ayude. Tú debes representar al pueblo ante Dios y presentarle los problemas que ellos tienen. A ellos los debes instruir en las leyes y en las enseñanzas de Dios, y darles a conocer la conducta que deben llevar y las obligaciones que deben cumplir. Elige tú mismo entre el pueblo hombres capaces y temerosos de Dios, que amen la verdad y aborrezcan las ganancias mal habidas, y desígnalos jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas. Serán ellos los que funjan como jueces de tiempo completo, atendiendo los casos sencillos, y los casos difíciles te los traerán a ti. Eso te aligerará la carga, porque te ayudarán a llevarla.” (Éxodo 18:13-22)
Juzgar, delegar y supervisar
11 noviembre, 2020
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“Debemos delegar en otros parte de nuestra autoridad y funciones, pero no sin verificar antes en quienes estamos delegándolas”
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Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
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