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Segmentos

Han pasado cuarenta y cinco años

“Las promesas de Dios tardan a veces en cumplirse más de lo esperado en el curso de nuestras vidas, pero sin duda al final se cumplen de todos modos”

Descontando el cien por ciento seguro cumplimiento de las promesas de Dios a Sus hijos en lo que concierne a su destino final y al disfrute de la vida eterna en el reino de Dios en la tierra, las promesas temporales de Dios para este tiempo dan a veces la impresión de no cumplirse debido a que en buena parte del curso de nuestra historia personal se ven muy ajenas y distantes, a pesar de que nosotros estemos cumpliendo la condición establecida para disfrutar de la bendición en cuestión. Sin embargo, Dios ve el cuadro completo de nuestra vida en este mundo y tiene recursos de sobra para orientarla al cumplimiento de sus buenos y soberanos propósitos, como lo pudo reconocer Caleb al cabo de su vida llena de vicisitudes y, por momentos, azarosa: “Yo tenía cuarenta años cuando Moisés, siervo del Señor, me envió desde Cades Barnea para explorar el país, y con toda franqueza le informé de lo que vi… Ese mismo día Moisés me hizo este juramento: ‘La tierra que toquen tus pies será herencia tuya y de tus descendientes para siempre, porque fuiste fiel al Señor mi Dios’. »Ya han pasado cuarenta y cinco años desde que el Señor hizo la promesa por medio de Moisés, mientras Israel peregrinaba por el desierto; aquí estoy este día con mis ochenta y cinco años: ¡el Señor me ha mantenido con vida!… Entonces Josué bendijo a Caleb y le dio por herencia el territorio de Hebrón… porque fue fiel al Señor, Dios de Israel” (Josué 14:7-14)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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