fbpx
Segmentos

Elegidos sin condiciones

“Si la gracia es en verdad gracia, la iglesia siempre debe ostentar la condición de haber sido elegida por Dios sin condiciones”

La elección soberana que Dios lleva a cabo en el Antiguo Testamento de un pueblo en particular y en el Nuevo Testamento de todos y cada uno de los creyentes, uno a uno, llamados a constituir Su iglesia; es una elección que obedece a la gracia de Dios exclusivamente y no a méritos humanos en particular. Nuestra respuesta favorable a su elección por medio del arrepentimiento, la fe y la obediencia no es, pues, un mérito o condición previa a su elección que tengamos que cumplir, sino una consecuencia de ella mediante la cual honramos a Aquel que nos eligió contra todo pronóstico, sin méritos de nuestra parte de los cuales hubiéramos podido hacer gala, jactarnos o alardear en algún sentido. Esto tiene que ser así, pues en el momento en que la elección de Dios esté condicionada a algún requisito o mérito previo que debamos cumplir, cualquiera que sea, la elección de Dios deja de ser por gracia y se convierte en una elección por obras, conceptos ambos que se hallan enfrentados entre sí y son, por lo tanto, mutuamente excluyentes, como lo deja claro el apóstol Pablo al declarar: “Y, si es por gracia, ya no es por obras; porque en tal caso la gracia ya no sería gracia” (Romanos 11:6). Después de todo, la gracia es un regalo y no una remuneración, puesto que: “… cuando alguien trabaja, no se le toma en cuenta el salario como un favor, sino como una deuda” (Romanos 4:4). Es así que hay que entender el concepto de elección aplicado a la iglesia: “El anciano, a la iglesia elegida y a sus miembros, a quienes amo en la verdad ‒y no sólo yo sino todos los que han conocido la verdad‒” (2 Juan 1:1)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión