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El señor de las moscas

“Invocar y confiar en dioses diferentes al Dios vivo y verdadero revelado en la Biblia y en Jesucristo es apelar a los demonios en perjuicio propio”

Ocozías, hijo del rey Acab que lo sucedió en el trono a su muerte y quien quedó en un difícil estado de salud al caer por una ventana de su palacio, optó por seguir el mal ejemplo de su perverso padre al decidir consultar sobre su situación a los ídolos y dioses paganos de las naciones que los rodeaban en vez de consultar a Dios al respecto, por lo que: “… el ángel del Señor dijo a Elías el tisbita: «Levántate y sal al encuentro de los mensajeros del rey de Samaria. Diles: ‘Y ustedes, ¿por qué van a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón? ¿Acaso no hay Dios en Israel?’. Pues bien, así dice el Señor: ‘Ya no te levantarás de tu lecho de enfermo, sino que morirás, sin duda alguna’». Y Elías se fue” (2 Reyes 1:3-4). Curiosamente, el dios pagano al que Ocozías mandó consultar para su propio perjuicio era Baal Zebub, uno de los baales al que se rendía culto en la ciudad filistea de Ecrón ubicada en lo que hoy se conoce como la franja de Gaza. Baal Zebub significaba “señor de las moscas”, aunque algunos creen que realidad este no era su nombre, sino una expresión parodiada inventada por los israelitas para ridiculizar el título “Baal Zebul” un título común para Baal en los textos cananeos que significaría “príncipe Baal” o “señor exaltado”. Sea como fuere, lo cierto es que el Nuevo Testamento preservó este nombre en la forma de Beelzebú, como nombre propio para Satanás, el príncipe de los demonios, revelándonos así de manera incidental que los dioses paganos son en realidad demonios encubiertos que terminarán pagando invariablemente mal a los necios que acudan a ellos  

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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