El hecho de que Dios todo lo sepa, incluyendo lo que estamos pensando en todo momento al detalle, no es un pretexto para no involucrarlo de manera consciente, deliberada y disciplinada en nuestras reflexiones y deliberaciones. Más bien, puesto que Dios está presente en todas ellas conociéndolas incluso de antemano, deberíamos aprovechar esta circunstancia para tenerlo en cuenta en todo momento, haciendo de Él nuestro interlocutor permanente con toda la honestidad del caso, pues el estar consciente de su presencia en una relación dialogal, íntima y personal, nos lleva de manera natural a esa oración espontánea y permanente que va más allá de nuestros tiempos devocionales y que, aunque no se exprese necesariamente con nuestros labios de forma hablada y extensa, es de cualquier modo, así sea sólo mental, una oración tan legítima como las oraciones convencionales y audibles que le dirigimos en los tiempos específicamente dedicados a ellas. Además, este diálogo mental nos ayudará a depurar y corregir nuestros pensamientos para que cuenten cada vez más con su aprobación, pues: “Señor, tú me examinas, tú me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento. Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares. No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú,Señor, ya la sabes toda. Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano. Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo” (Salmo 139:1-6)
Dios y su disposición a escucharnos
4 junio, 2021
2 Lectura mínima
“El hecho de que Dios conozca bien todo lo que pensamos o pensaremos no significa que no quiera escucharlo de nuestros labios”
También te puede interesar
Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
Deja tu comentario