Blasfemar es pronunciar palabras injuriosas contra Dios. Para evitar transgredir el tercer mandamiento del decálogo que nos ordena no pronunciar el nombre del Señor nuestro Dios a la ligera y, de paso, evitar pronunciar blasfemias inadvertidas; los judíos decidieron no pronunciar bajo ninguna circunstancia el nombre personal de Dios. Solución que nos puede parecer drástica, pero que a la luz de la manera en que se hoy se menciona a Dios en todo momento, en las circunstancias más vulgares y procaces, tal vez está más que justificado. Tanto que si actualmente a la blasfemia se le diera la seriedad que merece y se castigara con la pena de muerte, como lo establecía la ley mosaica, más de la mitad de la humanidad quedaría a diario convicta de muerte, algo que los cristianos deberíamos tomar en cuenta para no entrar a formar parte de quienes se hacen a diario culpables de blasfemia por su ligereza al pronunciar el nombre de Dios en todo tipo de contextos: “… Y lo pusieron bajo arresto hasta que el Señor les dijera qué hacer con él. Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Saca al blasfemo fuera del campamento. Quienes lo hayan oído impondrán las manos sobre su cabeza, y toda la asamblea lo apedreará. Diles a los israelitas: ‘Todo el que blasfeme contra su Dios sufrirá las consecuencias de su pecado.’ Además, todo el que pronuncie el nombre del Señor al maldecir a su prójimo será condenado a muerte. Toda la asamblea lo apedreará. Sea extranjero o nativo, si pronuncia el nombre del Señor al maldecir a su prójimo, será condenado a muerte” (Levítico 24:10-16)
Blasfemias impunes
“Si las blasfemias se castigaran hoy como deberían serlo, la población mundial podría quedar reducida a su mínima expresión”
Los unitarios blasfeman contra el Espíritu Santo, al no creer sino sólo en Dios padre.?
Aprendí que los musulmanes usan 99 nombres para Dios, y el número 100 nunca lo mencionan.
Gracias Pastor