Ayúdense unos a otros

Las tribus de Gad, Rubén y la mitad de la tribu de Manasés decidieron establecer su territorio definitivo al oriente del río Jordán, en las inmediaciones de la tierra prometida, que en estricto rigor se encontraba al occidente de este río. Moisés les concedió su petición de hacerlo de este modo, por lo que estas tribus tomaron posesión de su territorio antes de siquiera haber entrado en la tierra prometida y, en consecuencia, también antes de que el resto de tribus pudieran tomar posesión de sus propios territorios mediante la conquista militar bajo el mando de Josué, el sucesor de Moisés. Por eso Josué consideró oportuno hacerles el siguiente recordatorio: “ꟷRecuerden la orden que les dio Moisés, siervo del Señor: ‘Dios el Señor les ha dado reposo y les ha entregado esta tierra’. Sus mujeres, sus niños y su ganado permanecerán en el territorio que Moisés les dio al este del Jordán. Pero ustedes, los hombres de guerra, cruzarán armados al frente de sus hermanos. Les prestarán ayuda hasta que el Señor les dé reposo, como lo ha hecho con ustedes, y hasta que ellos tomen posesión de la tierra que el Señor su Dios les da. Solo entonces podrán ustedes retornar a sus tierras y ocuparlas. Son las tierras que Moisés, siervo del Señor, les dio al este del Jordán” (Josué 1:13-15), compromiso que estas tribus supieron cumplir y honrar con honor, valentía y solidaridad, ilustrando con su ejemplo el principio enunciado al comienzo, que en la iglesia se traduce en la instrucción que nos ordena: “Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo” (Gálatas 6:2)