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Amó a muchas mujeres

“La poligamia y el yugo desigual se combinaron para marcar el comienzo de la decadencia del rey Salomón que casi hacen olvidar su sabiduría anterior”

Retomando la llamada “voluntad permisiva” de Dios que toleraba ciertas prácticas que no contaban, sin embargo, con su aprobación irrestricta, tales como la esclavitud, la poligamia, el divorcio y la monarquía; Salomón se encuadra dentro de la última de ellas en su condición de rey, incurriendo, además, en la segunda de ellas: la poligamia, en tal cantidad que transgredió la instrucción específica dada por Dios en la ley para reducir esta práctica a niveles aceptables, llegando a tener setecientas esposas y trescientas concubinas. Y por si esto no fuera suficiente, sus numerosas esposas y concubinas procedían de pueblos paganos para fortalecer alianzas políticas, configurando una práctica prohibida en Israel: el llamado “yugo desigual”, es decir la unión matrimonial entre creyentes e incrédulos, según lo leemos: “Ahora bien, además de casarse con la hija del faraón, el rey Salomón amó a muchas mujeres moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas, todas ellas mujeres extranjeras que procedían de naciones de las cuales el Señor había dicho a los israelitas: «No se unan a ellas ni ellas a ustedes, porque de seguro les desviarán el corazón para que sigan a otros dioses». Con tales mujeres se unió Salomón y decidió amarlas… todas estas mujeres hicieron que se desviara su corazón” (Deuteronomio 11:1-3). Así, la sabiduría proverbial por la que Salomón se distinguió en buena parte de su reinado se vio manchada y estropeada por su conducta durante los años posteriores de él, al punto que esto último es lo que queda en la retina

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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