Con frecuencia y de manera equivocada, los cristianos nos hemos replegado y abandonado aquellos espacios de la realidad natural y cultural que han sido utilizados por los paganos y los no creyentes en general de formas censurables para promover idolatrías y usos contrarios a la ética cristiana, dejando todos estos espacios servidos en bandeja y sin oposición alguna para que los paganos sigan copándolos y utilizándolos para sus condenables fines y propósitos. La iglesia ha perdido así muchas batallas por retirada y abandono del campo de batalla antes de dar la pelea. Pero es un error satanizar aquellos aspectos de la realidad que han sido invadidos por los paganos de ayer o de hoy, como si la realidad material fuera un accidente no planeado o algo malo en sí mismo o, por lo menos, inferior al mundo espiritual, como lo planteó el gnosticismo antiguo y el pensamiento griego en general; cuando en realidad fue el producto de una decisión libre, consciente y voluntaria de un Dios bueno, sabio y todopoderoso que al culminar su actividad creadora, según nos lo revela la Biblia “… miró todo lo que había hecho, y consideró que era muy bueno…” (Génesis 1:31). Por lo tanto, los cristianos no debemos desechar los aspectos de la realidad mal utilizados por los paganos como si por ello quedaran contaminados y vedados para siempre sin remedio, sino que debemos rescatarlos o redimirlos para hacer buenos y honrosos usos de ellos, como lo hizo Dios con nosotros en Jesucristo, pues como lo dijo Christian Schwarz: “Aunque los cristianos nos hayamos dejado robar ya el arco iris, no deberíamos dejarnos robar… el sol”
La adoración de la creación
12 octubre, 2020
2 Lectura mínima
"La buena creación de Dios no se transforma en mala automáticamente por el simple hecho de que algunos la adoren equivocadamente".
También te puede interesar
Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
Deja tu comentario