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Segmentos

Yo proclamaré el decreto

"Jesucristo es el Hijo de Dios, pero de una manera tan especial y única, que sólo Él ha sido engendrado por el Padre, y no creado como nosotros”

La condición de Hijo de Dios ostentada por Jesucristo es de una calidad tan especial y única que el apóstol Juan se refirió a Él como el “Unigénito del Padre”, marcando así drásticas diferencias y distancias con la paternidad de Dios respecto de los creyentes en la iglesia y la consecuente filiación que Dios nos ofrece y que podemos alcanzar mediante la fe en Cristo. Los creyentes llegamos, ciertamente, a ser hijos de Dios mediante lo que el Nuevo Testamento llama un “nuevo nacimiento”, pero Jesucristo, el Logos o Hijo de Dios encarnado como hombre no llega a ser Hijo de Dios de ningún modo, sino que lo es y lo ha sido desde siempre, compartiendo con el Padre la eternidad propia de la divinidad que Él también ha ostentado desde siempre. El salmo segundo, un salmo mesiánico, es decir que se refiere al Mesías, registra las siguientes palabras de Dios Padre respecto a Cristo: “Yo proclamaré el decreto del Señor: «Tú eres mi hijo», me ha dicho, «hoy mismo te he engendrado” (Salmo 2:7). Si bien se afirma aquí la filiación del Hijo respecto del Padre en el seno de la divinidad; para hacerlo se utiliza el verbo “engendrar”, que adquiere así un significado técnico preciso y exclusivo de Cristo en la teología, incorporado el credo niceno de este modo para explicar la condición de “unigénito” propia de Cristo con exclusividad, Quien sería entonces: “engendrado del Padre antes de todos los siglos. Dios de Dios, Luz de Luz, Verdadero Dios de Verdadero Dios, Engendrado no creado, de la misma naturaleza que el Padre”, sorteando así cualquier equivocación herética al respecto

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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